sábado, 27 de noviembre de 2010

LA CRISIS VINO PARA QUEDARSE



Escribe Luis casado – 27/11/2010

Hay quienes suelen reclamar para sí títulos y diplomas, calidades y atributos, que emanan las más de las veces no de las propias aptitudes y talentos sino de la frecuentación de algún distribuidor de pergaminos finanzas mediante. Es lo que le permite a Jean-Luc Dion afirmar que “Cuando proliferan los ignorantes con diploma, la imbecilidad florece alegremente”. Servidor, en lo que le concierne, no reclama para sí sino el haber sido el primero, sino el único analista aborigen que afirmó que la crisis del 2007 iba a durar lo suyo y que la íbamos a pagar los atorrantes. Por “lo suyo” entiéndase diez, quince o más años, lo cual estaba y está muy lejos de los discursos tranquilizadores de los “expertos” que veían “brotes verdes” por doquier y anunciaban que la crisis había quedado definitivamente atrás.

La guerra de las monedas, el desastre en curso en la Europa comunitaria, la segunda década perdida de Japón, la reactivación que flaquea en los EEUU, el desempleo planetario, el aumento de la precariedad, de la pobreza y de la miseria, el abuso del Quantitative easing que no es sino la defecación de moneda sin respaldo, la disminución de las pensiones, la eliminación de cientos de miles de puestos de trabajo en los sectores público y privado, el aumento de la edad del retiro, el aumento del IVA, los recortes salariales, el encarecimiento de las matrículas universitarias, la reducción de los presupuestos de la salud, el envilecimiento de los servicios públicos, la privatización de lo que queda, la nueva ola de concentración financiera e industrial, son las consecuencias de la crisis que vino para quedarse. Y para empeorar implacablemente el destino de los desposeídos, de los vulnerables, de los débiles, de los explotados.

La especulación financiera ataca sucesivamente a Grecia, a Irlanda y Portugal, antes de amenazar a España. Los tres primeros países, los “pequeños” de Europa, perdieron toda soberanía frente a los dictados de los mercados que les imponen una política económica recesiva, el pago de tasas de interés usureras, y se permiten eliminar los gobiernos renuentes o consolidar a los que se muestran más dóciles. ¿Democracia? España tiembla. Y con ella toda Europa. Rodríguez Zapatero ya cedió todo, pero no basta. Ahora la oligarquía financiera exige su cabeza. Al gobierno español no le queda nada que ofrecerle sino más “transparencia” a los mercados más opacos de la Historia. Pero la transparencia no es un “activo” que le interese a un sistema financiero acostumbrado al ocultamiento, al fraude, a la estafa, a la disimulación, al engaño, a la mentira. ¿De qué sirvieron los resultados de los “crash tests” de hace unos meses? Como tuve la ocasión de escribirlo antes de que los efectuaran, de nada. Un apocado Rodríguez Zapatero le pide a los bancos peninsulares entregar más información acerca de sus activos inmobiliarios podridos. Esa crisis, esta crisis, comenzó hace ya tres años… y todavía nadie sabe lo que ocultan los bancos que especulan contra España.

Instituciones inservibles como no sea para imponer un modelo económico fracasado, el FMI, el Banco Mundial, el G20 y otros, se arrogan el derecho (¿con qué derecho?) a establecer las condiciones de la recuperación de una crisis que causaron ellos mismos. Las mismas instituciones, los mismos actores, las mismas personalidades, los mismos mercenarios con título de economista distinguido, debiesen, según ellos mismos, salvar un planeta que sumieron en una espiral demencial de desequilibrios, de recesión, de desempleo, de deuda soberana, de dominación sin contrapeso de las finanzas por sobre la economía que llaman real para separarla de esa economía virtual que regentan ellos.

Mientras tanto, los Don Corleone de la comunidad financiera, aquellos que había que obligar a algo de decencia, aquellos que convenía “moralizar” para salvar al capitalismo, hacen pasar sus remuneraciones de 135 mil millones de dólares en el 2009, más de 144 mil millones de dólares en el 2010. ¿En remuneración de qué servicios? La estafa, la corrupción, la especulación, el abuso.

Al tiempo que los impotentes líderes del G20, del FMI, del Banco Mundial, de los EEUU, de Japón y de Europa, hacen gárgaras con la próxima reunión internacional que, esa sí, prometido, va a hacer algo.

martes, 9 de noviembre de 2010

LUIS MAYOL Y EL TELÉFONO A MANIVELA…


Escribe Luis Casado – 09/11/2010

Un patriota llamado Luis Mayol, -que no tiene nada que ver con el plusmarquista de las profundidades-, se inquietaba no hace mucho de la vertiginosa caída del dólar. En una nota titulada “El dólar que el agro necesita”, proclamó que “La estabilidad del dólar es esencial para consolidar realmente al sector agrícola y agroindustrial como un pilar del desarrollo del país”.

Este tipo de empresario, -que suele confundir el interés de su propio chiringuito con los intereses del país-, toca el pito apenas se modifican las condiciones que les permiten ganar mucha plata sin esfuerzo. El problema de Mayol es la caída del dólar que le resta “competitividad” a los productos que el sector agrícola va a ofrecer fuera del país. Por eso Mayol recuerda: “El mayor crecimiento del agro (8,8%) lo vimos hace cinco años, cuando teníamos un dólar de 720 pesos, un 40% más alto que los 520 pesos de este primer semestre”. En estos días debe estar con tercianas visto que el dólar ha llegado a 480 pesos, y tiene cara de seguir bajando.

Efectivamente, los altibajos de la pareja dólar/peso la asemejan a un yo-yo, lo que no le impide a los “expertos” afirmar que Chile es un país de gran estabilidad. Queda por saber qué es lo que hace fluctuar el dólar con esa “extravagante” volatilidad, pero este Mayol, -que no tiene la profundidad del otro-, prefiere quedarse en la superficie. ¿Qué es lo que propone este valiente defensor del libre mercado? Que el Estado acuda a salvarle el boliche. De ahí que Mayol proclame:

“Es urgente crear seguros cambiarios accesibles a las pymes agrícolas, abrir el mercado financiero a créditos en dólares y los correspondientes instrumentos públicos de garantías para darles la opción de endeudamiento en dólares. Ante el creciente costo del crédito que derivará de los ajustes de la tasa de política monetaria del Banco Central, será imprescindible ampliar la cobertura de los fondos estatales de garantías y asegurar un financiamiento menos costoso del capital de trabajo para la temporada”.

¿Y el mercado Luis Mayol? ¿Y el mercado? ¿Porqué no te diriges al mercado en vez de implorar la intervención del Estado que oficialmente condenas cada vez que se entromete en la cosa económica? No. Mayol quiere que el Estado, no el mercado, le genere condiciones como se piden. Y como en el pedir no hay engaño, Mayol pide:

“Además, tenemos que seguir invirtiendo. Por ello, esperamos un BancoEstado innovador, con nuevos modelos de crédito a largo plazo. Podemos multiplicar nuestra capacidad productiva con más inversión pública en obras de riego, en mejoramiento de suelos y en fomento a la competitividad de las miles de pymes agrícolas. Esperamos disponer cuanto antes de seguros de precios y cambiarios para que los agricultores estén protegidos de la volatilidad de los mercados externos”.

Fondos estatales de garantía, más inversión pública en obras de riego, en mejoramiento de suelos… etc., seguros de precios y cambiarios para proteger a los agricultores de la volatilidad de los mercados externos. Ese es el credo de Luis Mayol, presidente de la SNA, adalid del empresariado con líerazgo y competitiviáh.

Se trata del mismo Luis Mayol que esta semana proclama públicamente que hay que “Bajar el gasto público, focalizar el consumo y utilizar lo menos posible de los fondos reservados del cobre”. ¿En qué quedamos Mayol?

Habría que aclarar. Porque interrogado sobre la chistosa agenda “Chile país desarrollado (sic)” responde que “Vamos en la dirección correcta porque el Presidente tiene muy claro el foco y por eso le ha puesto metas, ejes y plazos a los ministros”. Como sobre ruedas. Según Mayol todo se hace “en conjunto con el sector público”.

Mejor aún: “Ello constituye una alianza fundamental para derrotar el subdesarrollo, pues el Gobierno nos tiene que dar las herramientas para lograrlo”.

¿El gobierno? ¿El gobierno?, o sea el Estado… ¿Será que Mayol se equivocó de país? Tal vez no, visto que como de costumbre todo se limita a crear una comisión: “En conjunto se pueden hacer muchas cosas y estamos avanzando, pues de hecho se acaba de constituir una comisión con el Ministerio de Hacienda para estudiar los efectos negativos del tipo de cambio”.

Mayol, Mayol: los efectos negativos del tipo de cambio son conocidos desde la época ya algo lejana de los teléfonos a manivela. En la era de la presente modernidad asistimos a una guerra monetaria Mayol. Guerra en la que Chile, su gobierno, y especialmente Hacienda, juegan el papel del alumno obediente y servil de los intereses de los EEUU.