domingo, 7 de marzo de 2010

8 DE MARZO 2010 CONMEMORANDO LOS 100 AÑOS DEL DIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES



Este 8 de Marzo conmemoramos nuestra fecha más emblemática: el Día Internacional de la Mujer, acordado hace 100 años en homenaje a miles de trabajadoras que dieron la vida luchando por sus derechos. Como todos los años, las mujeres de Chile y del mundo, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer en un 8 de Marzo, día en que reflexionamos, evaluamos y proyectamos nuestro quehacer en torno a nuestros derechos, algunos de ellos ya conquistados y otros aún por conquistar, todos los cuales son el requisito para construir una sociedad distinta: humana, igualitaria, justa y solidaria.

Hoy abrazamos a nuestras hermanas chilenas e inmigrantes que han sufrido el embate de un terremoto y tsunami devastadores, con miles de víctimas, daños materiales, fallas en servicios básicos como electricidad y agua potable, escasez de alimentos, colapso de carreteras y sistemas de comunicación, etc. Como ha ocurrido históricamente en emergencias, las mujeres no sólo han sido las más afectadas sino también las que asumirán, en medio de la precariedad, la reconstrucción de sus estructuras comunitarias y familiares.

Esta tragedia ha puesto en evidencia las perversiones de un modelo de desarrollo que ha permitido la precarización creciente de los servicios públicos, en tanto que el mercado se instala avasallando con su poder económico y político, el que, sin embargo, muestra pies de barro: edificios recién construidos hoy en el suelo, empresas inmobiliarias que no responden, compañías de telefonía que no funcionan, tendidos eléctricos que no se reponen, son la mejor muestra de un abuso de poder que se impone sin contrapeso. Y la sociedad chilena, segmentada fuertemente entre privilegiados y marginados, entre sujetos de derechos y excluidos, entre vigilantes y vigilados, entre dominadores y dominados, asiste hoy a una serie de explosiones sociales que los medios se han encargado de estereotipar sólo como hechos delictuales, sin profundizar en sus causas estructurales.

Asimismo, en nuestro país se está instalando en el gobierno el sector derechista, quienes se han caracterizado por su oposición a los cambios que necesitamos las mujeres para vivir en igualdad. Las mujeres trabajadoras remuneradas enfrentamos inequidades salariales, segregación laboral, ISAPRES que asignan cobros más altos a nuestro útero cuando es fértil, flexibilización laboral, todas las cuales son discriminaciones que nos siguen empobreciendo. A esto se sumarán las vulneraciones a nuestros derechos sexuales y reproductivos, como la distribución gratuita de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia, el derecho al aborto, a una educación sexual de calidad y el cuestionamiento a nuestro derecho al pre y post natal, entre otros. Exigimos la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer (CEDAW) y una Asamblea Constituyente para una nueva Constitución, sólo de esta forma garantizaremos nuestros derechos.

Hoy decimos ¡basta! En el siglo 21, nos erigimos, una vez más, como fuerza social articulada, reafirmando nuestra lucha contra el patriarcado, los fundamentalismos y dictaduras morales, y contra el modelo de desarrollo neoliberal que en las últimas décadas ha sido administrado con eficiencia y prolijidad por los gobiernos de turno. Más aún, con la instalación de la derecha política y del empresariado en los centros de poder, con Sebastián Piñera a la cabeza, sus efectos perversos seguirán agudizándose e imponiendo sus mayores costos sobre la clase trabajadora y la población en general.

Creemos que más que siempre, el movimiento de mujeres y feminista debe ser un movimiento unitario y transgresor, en cada una de las regiones de nuestro país, rescatando nuestra historia de lucha y emancipación que hoy cumple 100 años; que nos dé fuerza no solo para contrarrestar los posibles retrocesos que pudieran imponerse en este período, sino sobretodo para continuar avanzando en nuestras aspiraciones que incluyen un cambio por una sociedad más democrática y justa, donde se eliminen las relaciones patriarcales entre hombres y mujeres.

Todo lo anterior no será posible sin nuestro compromiso, como mujeres trabajadoras y como movimiento de mujeres y feministas, seguiremos luchando sin transar, pues los derechos ganados se defienden y los derechos pendientes se exigen!!


¡¡¡ MUJERES A ORGANIZARNOS!!!

TODOS NUESTROS DERECHOS, AHORA Y SIEMPRE

Los derechos ganados se defienden, los derechos pendientes se exigen

Convoca: Movimiento social de mujeres y feministas, Mujeres trabajadoras renumeradas y trabajadoras dueñas de casa, agrupadas en la COORDINADORA 8 DE MARZO REGIÓN DE VALPARAISO.

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