Por: Manuel Luis Rodriguez
Martes 19 de Enero de 2010
Junto a 24 tratados de libre comercio (TLC) y numerosos acuerdos comerciales, una de las principales “herencias” internacionales que deja la Concertación gobernante a un gobierno de derecha encabezado por Sebastián Piñera es la demanda marítima peruana por aguas territoriales chilenas en el norte del país.
A comienzos de marzo, Chile deberá presentar su contramemoria ante la Corte Internacional de La Haya, a la espera de un fallo que podría ser dado a conocer incluso después de que Piñera deje el poder el 2014. El conflicto binacional, sin embargo, el mismo que tensó las relaciones entre la presidenta, Michelle Bachelet, y el neoliberal Alan García, con acusaciones de espionaje de por medio, deberá cargarlo durante todo su mandato.
Fuentes cercanas al presidente electo cuentan que, producto de las últimas impasses entre ambas naciones, una de las reacciones internacionales que más preocupaban a Piñera era precisamente la del mandatario de Perú.
Pero en las últimas horas del domingo todo se despejó con una carta de felicitación enviada por García, en la cual expresaba su plena disposición al diálogo. El amistoso gesto continuó ayer con una conversación telefónica entre ambos líderes. “Tenemos con Perú una enorme, fecunda y ambiciosa agenda de futuro: buscar una mayor integración comercial, una mayor integración cultural y un aprovechamiento más eficiente de nuestros recursos, particularmente en el área minera y de energía, como también una integración conjunta hacia el mundo del Asia Pacífico”, dijo Piñera, quien no olvida que García fue el primer líder extranjero en recibirlo durante su campaña presidencial.
Pero, no todas fueron frases de buena crianza. Para el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Piñera dirigió ayer una fuerte crítica durante un encuentro con la prensa extranjera. “Tengo muchas diferencias con la forma en que se están manejando los temas públicos en Venezuela. Quiero decirlo con mucha claridad: esas diferencias son profundas y tienen que ver con la forma en que se concibe y practica la democracia, con la forma en que se concibe el modelo de desarrollo económico y muchas más”, dijo Piñera marcando de inmediato la orientación ideológica de su futuro gobierno.
La relación con Bolivia necesitó en cambio paños fríos, tras la declaración de Evo Morales, en agosto del año pasado, cuando lanzó una fuerte declaración en contra del empresario: “¿Qué pasaría, y para eso debemos estar preparados, si la línea de los pinochetistas en Chile ganara las elecciones? Sería muy grave para la democracia sudamericana”. Ahora, Piñera mencionó su interés en profundizar la amistad con Bolivia, mientras el presidente Morales habló de “relaciones de respeto”.
“El ha sido buen amigo de Colombia, nos ha visitado en varias oportunidades”, expresó, por su parte, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien es sindicado por los expertos como el principal futuro aliado de Piñera en la región junto con el mandatario mexicano, Felipe Calderón. Con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, el político derechista chileno mantiene una relación fría, pero de mutuo respeto.
Piñera fue invitado por Bachelet a la Cumbre del Grupo de Río, que se realizará en Cancún, el 22 de febrero, antes de su asunción. En la cita, Chile recibirá la presidencia protempore del bloque sudamericnao.
Cercanos al empresario-presidente electo comentaron que el puesto de canciller podría ser ocupado por el coordinador de la comisión de Relaciones Exteriores del Grupo Tantauco, el ex diputado de Renovación Nacional y actual rector de la Universidad Autónoma y empresario de la educación, Teodoro Ribera.
ESPAÑA COMO PUERTA DE ENTRADA DE CHILE HACIA EUROPA
Desde Europa las congratulaciones tampoco se hicieron esperar. “[Piñera] puede tener la seguridad de contar con la firme voluntad del gobierno de España de continuar profundizando las excelentes relaciones de cooperación y amistad que existen entre nuestros dos países y entre nuestros pueblos”, dijo el jefe de gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, secundado por el líder opositor derechista, Mariano Rajoy.
“Tu victoria lo es también de los valores que compartimos y supone un paso más en el fortalecimiento de la democracia chilena, que ejerce así con más energía su papel de referente en la región” dijo el dirigente derechista español Rajoy.
“Chile aspira a fortalecer sus lazos con la Comunidad Europea, que no son solamente de integración económica. Nuestra integración también es en lo político y particularmente me interesa profundizar la relación en lo que se refiere a ciencia, tecnología, educación, innovación, emprendimiento y energías renovables no convencionales. Por lo tanto, le voy a cobrar la palabra al presidente Zapatero de que España, como país que conduce la Comunidad Europea por los próximos seis meses, sea una verdadera puerta de entrada que fortalezca este proceso de integración entre la Comunidad Europea y Chile”, respondió el electo mandatario, reconociendo así que su interés con España, está estrechamente asociado a los inmensos negocios que tiene comprometida España en Chile, donde controla la banca, las telecomunicaciones, los seguros y otros sectores de la economía chilena.
“Piñera está preocupado por llevar a cabo una política económica y social equilibrada, coherente y eficaz que permita garantizar a Chile un crecimiento sostenido y reducir las desigualdades sociales”, agregó el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, otro gobernante derechista que pudiera interesarse en fortalecer sus relaciones con Chile.
miércoles, 20 de enero de 2010
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