Por PEDRO DÍAZ ROJAS (LA SERENA)
"Es algo cotidiano entre los chilenos responder con frases que denotan conformidad frente a la pobreza, la discriminación e injusticias que los agobian."
Ante el cúmulo de problemas que golpean las mentes y los cuerpos de los chilenos se escuchan frases que llevan un dejo de conformidad, pero, a la vez, trasuntan penas, rabias y rebeldías que de tarde en tarde afloran en sus manifestaciones callejeras, pero que en solitario, no las representan.
Veamos algunas de estas "instantáneas" con las que nos encontramos recurrentemente, especialmente entre los estratos de niveles medio y bajos de la población:
-"Que le voy a hacer, nací pobre y moriré pobre".-"Estará de Dios, y tengo que resignarme"-"Ya estoy acostumbrado a poner el cuero duro frente a los rigores de la vida".--"Yo soy pobre, pero honrado".- "Otro golpe más en la vida no me afectará, el cuerpo aguanta". "Tengo que conformarme, en la vida hay ricos y pobres"."Que saco con reclamar, total, ni los políticos cambiarán las cosas, y así ha sido siempre".
Los versos de una tonada chilena están impregnados de este conformismo:"así es la suerte del pobre, sin esperanza ninguna; enamorao y sin fortuna trabaja pa•que otro cobre".
Ante la profusión de golpes que da el mercado a la gente más modesta no deja de llamar la atención esta aceptación que denotan en sus respuestas; así lo hemos palpado en estas frías mañanas al ver a compatriotas que duermen en las calles tapados con cartones y plásticos, todo porque:"así es la suerte del pobre".
De tarde en tarde, hemos ido apreciando, que ante las injusticias, los chilenos quieren desterrar y derrotar a la pobreza, mostrando sus frustraciones en pancartas y carteles por las calles de Chile. Quizás quede algo en nuestro interior de la rebeldía de los mapuches que no aceptaron el dominio de los españoles, y no aceptan, hoy, que les sigan robando sus tierras.
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