Hace casi 48 horas que Ecuador concedió asilo al periodista Julian Assange, refugiado en la Embajada de ese país en Londres, y Gran Bretaña se niega a concederle un salvoconducto para abandonar el país. Incluso ha amenazado con tomar por asalto la Embajada para sacarlo por la fuerza y extraditarlo a Suecia, lo que significaría un hecho sin precedentes en la historia de la diplomacia moderna.
La extrema violencia de esta situación me trae a la memoria el caso Héctor Cámpora, ex presidente argentino, refugiado en la Embajada de México en Buenos Aires en 1976, y a quien la dictadura argentina se negó a conceder un salvoconducto. Cámpora vivió tres años en la Embajada, y recién cuando se comprobó que sufría de cáncer en estado avanzado, se le permitió volar a México, donde murió pocos meses después.
Julián Assange es un periodista, un escritor, cuyo delito es ejercer la libertad de prensa, derecho humano inalienable. Les adjunto un enlace del diario Clarín acerca de las condiciones en las que se encuentra actualmente, y cuya lectura me motivó este mensaje: (LINK)
Toda mi solidaridad para Julián Assange, y por su derecho a un salvoconducto al país que le concedió asilo.
Gracias por el tiempo que dediquen a la lectura de estas palabras, y en caso de estar de acuerdo con ellas, participar esta red de solidaridad para Assange por los medios que dispongan.
Muchos saludos
Esther Andradi
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