Por Hugo
Farias Moya
Con
respecto al Transantiago lamentablemente no tengo una opinión favorable. Esto
empezó mal y voy a hacer una cronología de los desatinos de La Concertación y
de Bachelet.
- En primer
lugar los buses eran tan altos que no lograban pasar por algunos pasos bajo
nivel. Hubo varios que no se podía pasar y hubo que desviar el recorrido. Hubo
varios
y me consta. El más famoso fue el de Bandera con La Alameda, hubo que
bajar el nivel del pavimento y se llegó hasta la losa del Metro. Algo que
ningún "experto" había previsto.
- Después
se dieron cuenta que el radio de viraje de los buses oruga no daba el mínimo
necesario para doblar en casi el 80% de las esquinas y hubo que sacar y
trasladar postes, luminarias y Señalética. Algo que por supuesto los
"expertos" tampoco habían previsto.
- Los
asientos de los buses son tal altos que no están considerados para la media de
los chilenos, sino para países con una estatura promedio de 1,70 metros, muy
lejana de la realidad chilena. Esto es algo que jamás se pudo solucionar porque
no pueden bajar los asientos debido a que chocan con las ruedas. Y ningún
"experto" se dio cuenta de ello antes de implementar el sistema.
- Otro
condoro. Los buses eran refaccionados y no nuevos como se había dicho. Estos
"nuevos" buses se habían refaccionado en Brasil y después se
trasladaron por tierra hasta Chile. Paraguay no los dejó transitar por su
territorio porque no cumplían con la norma de gases de ese país y hubo que
trasladarlos por Argentina, con el consiguiente despilfarro de recursos
públicos.
- Una vez
en Chile y a punto de ser sometidos a la circulación se dieron cuenta que había
que homologarlos con la emisión de gases de la norma chilena y ¡oh! sorpresa el
90% de los buses no aprobó la revisión técnica. Esto generó un retraso en la
puesta en marcha de más de 3 mil buses.
- Pese a
las cifras entregadas el primer día de operaciones salieron a circulación 1500
buses, es decir un tercio de la cifra prometida, es decir casi 5000 buses. La
ausencia de recorridos en algunas comunas generó caos, desmayos, llantos,
peleas y además de largas caminatas de hasta 20 cuadras para alcanzar algún
recorrido. Con el consiguiente atraso en la llegada de los trabajadores a sus
puestos de trabajo y la merma de producción que perjudicó aun mas a la
población.
-Una vez
que empezó el plan varias comunas quedaron sin recorrido y hasta hoy no se ha
podido regular el servicio que existía antes de la implementación del sistema.
Antes por la esquina de mi casa circulaban 15 recorridos de micros y me
llevaban a todas las comunas. Hoy solamente pasan 2 recorridos que me dejan en
el Metro.
-Afirmaron
y requeteafirmaron que estos “nuevos buses” contaban con un sistema que impedía
que se movieran cuando las puertas estaba abiertas. Mentira, se mueven igual y
más aun en varios buses ya se deterioraron y algunas van semiabiertas. Esto
genera un pésimo viaje, principalmente en invierno, debido al viento que entra.
- Los
tiempos de desplazamientos de mi casa a mi trabajo era de 50 minutos, hoy me
demoro una hora y treinta minutos combinando con el Metro. Es decir la gente de
Santiago debe levantarse entre una y dos horas más temprano para ir a sus
trabajos. Esto conlleva un deterioro enorme en la calidad de vida de millones
de santiaguinos. Y por supuesto comparten menos tiempo con sus familias. Y hasta
el día de hoy ocurre lo mismo.
- El plan
no se financia solo y el fisco debe estar subsidiando todos los años este
pésimo sistema de transportes, en circunstancias que antes se autofinanciaba y
era más barato. Si el Estado debe financiar el Transantiago, que es un
transporte privado, entonces viene la pregunta ¿Porqué no lo estatizan y así
evitamos hacer millonarios a los privados y no los premiamos por su pésimo
servicio?
- Ahora los
actuales recorridos duran más, pero los buses de acercamiento al Metro son las
antiguas micros amarillas que en mi comuna (Maipú) las pintaron de verde. ¿Y no
era esa la justificación para cambiar el plan de transporte?, ¿sacar los micros
amarillas, que hoy son verdes?
-La evasión
del pago de tarifas es en promedio de un 20% y tengo entendido que cada año
aumenta este porcentaje. Ahora se les ocurrió a los genios colocar inspectores
y carabineros para evitar el no pago. Es decir, se están distribuyendo recursos
públicos en combatir la evasión en desmedro del combate a la delincuencia y la
seguridad de los chilenos.
-Uno de los
mayores argumentos para subir las tarifas año tras año ha sido el
encarecimiento del precio de los combustibles. En una ocasión de una cumbre de
la Unasur, el presidente Hugo Chávez le ofreció a la presidenta Bachelet y
debido a que ya era noticia mundial el fracaso del Transantiago, le ofreció el
petróleo a precio de costo. Esto era de aproximadamente 100 pesos el litro. ¿Y
saben lo que sucedió? Mi Gordis, con una arrogancia y soberbia típicas del
periodo de La Concertación le dijo al presidente venezolano que: “los problemas
de los chilenos lo arreglamos entre chilenos”. Primero despreció la solidaridad
internacional que debería ser parte activa de los países latinoamericanos y por
otro lado desconoció que el famoso plan de transporte público era ya un
fracaso.
-Hoy nos
abastecemos del petróleo del Golfo de México en circunstancias que si compramos
petróleo a Venezuela o Brasil resultaría casi la mitad de lo que vale hoy, sin
contar que el impuesto específico a los combustibles que se decretó en los
tiempos de la dictadura y se mantuvo e intensificó en los periodos de la
Concertación y que encarece aun más el valor del combustible.
-Para resumir escribo esto porque estoy hasta
la coronilla con las alzas del combustible y La Concertación aun no pide
disculpas y no reconocen el fracaso de este plan de transporte, ni la fallida
acción de la Onemi en el terremoto, ni la corrupción y fraudes al Mop Gate,
Chile deportes y tantas otros fraudes millonarios que de seguro no cabrían en
este listado (y no hay nadie preso por esto)
Hugo Farias
Moya
NOTABLE EL ARTÍCULO Y QUE REFLEJA EL CAGASO DE LA CONCERTACION
ResponderEliminarRODOLFO ESPINDOLA