TRINEOS Y CARROS LANZA GASES Y AGUA.-

Por PEDRO DÍAZ ROJAS

LA SERENA

“Las melodiosas campanillas que se escuchan en lontananza nos indican que los trineos se acercan para tratar de acallar a los carros lanza gases y lanza agua que arremeten contra los estudiantes y trabajadores en las calles."

El paisaje de las calles de las ciudades en estos tiempos se muestra con nebulosas de humo y potentes chorros de agua que en vano tratan de borrar las ansias de justicia de los jóvenes y adultos que las arrastran por años, y que, se han acrecentado en la hora presente al no encontrar eco en aquellos que dirigen los destinos del pais.

Estas inquietudes y desesperanzas de la ciudadanía se enfocan fundamentalmente en la búsqueda de reales soluciones a sus problemas de salud, educación, estabilidad laboral, sueldos y jubilaciones dignas, seguridad en sus poblaciones, coto a las depredaciones del medio ambiente, freno a las alzas desmedidas y al lucro que atosiga, etc.

El suave y melodioso sonidos de esas campanillas y cascabeles que adornan los trineos viajando desde el polo norte nos anuncian que está pronto a nacer ese niño de Belén que desde hace un poco más de dos mil años ha querido implantar la justicia para los habitantes de la tierra, los que tratan, con dificultad, de sobrellevar sobre sus cuerpos tantos dolores que les causan las acciones de algunos de sus semejantes que miran hacia el lado desentendiéndose de sus pesares.

En estos tiempos, cuando en Chile se nos quiere confundir con los anuncios sobre desmunicipalización de la educación, o sobre los porcentajes de reajustes a los sueldos de los empleados públicos, o sobre el rol incumplido del mercado para regular los precios de los alimentos, medicamentos y pasajes, y más aún, cuando se nos predica recientemente que la desaprobación de un 60 % para la primera autoridad es aceptable, cuesta permanecer tranquilos sin entrar en desesperanzas, por lo que las protestas de la gente transcurren en forma repetitiva en las ciudades; es entonces cuando los carros lanza gases y agua hacen sus aparición para acallar sus lamentos. Pero, a la vez, de pronto,se alcanza a percibir levemente el tintinear de esas campanas que engalanan a los trineos y que traen anuncios de dias de justicia, melodia que se irá acrecentando con el transcurrir de las semanas tratando de estremecer las mentes y corazones de las autoridades para que se decidan a un actuar positivo.

Digamos, finalmente, que las ansias de las mayorías es ver cubiertos los cielos y calles de miles de trineos melodiosos para acallar y borrar a esos carros que embisten contra los estudiantes y trabajadores cubriéndolos con sucias aguas y malolientes gases.

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