LA INDEPENDENCIA DE CHILE
Por Mario Lobos Núñez (*)
Nos acercamos a los largos días de festividad “patriótica”,
sin que la inmensa mayoría de los chilenos tengan claro que se celebra
el 18 de Septiembre, y el 19 de las
“glorias” del ejército; el 12 de Febrero, día de la Independencia de Chile, es una fecha más, jamás recordada. La instalación de la Junta de Gobierno no
tendía a la Independencia; dos meses
antes el estudian- te trasandino Manuel Dorrego
había gritado ¡Junta
Queremos!, frente a la indiferencia de la mayoría de la
aristocracia (el pueblo mestizo
no era considerado para nada). A los integrantes de la Junta,
“designados”, se les hizo prestar el
siguiente juramento: ¿”Jura usted defender la
patria hasta derramar la última gota de sangre para conservarla ilesa
hasta depositarla en manos del señor don Fernando VII, nuestro soberano, o de su legítimo sucesor; conservar y
guardar nuestra religión y leyes; hacer justicia reconocer al Supremo Consejo
de Regencia como representante de la Majestad Real?.
“Usted mi amigo – escribía O´Higgins a Terrada en
Junio de 1812 – conoce bien la diferencia que existe entre Chile y Buenos
Aires; y que en ideas políticas no sería
aventurado decir que en una sola calle de esa capital se encontrarían mas
republicanos que en todo este reino…”.
En un mundo
globalizado donde se incorporó a
Chile sin consulta al
pueblo, donde nuestros valores han
quedado relegados, donde la contra cultura nos domina, es bueno tener algunos días de recuerdo de
nuestro pasado, de nuestra cultura, de defensa de nuestros derechos y por la recuperación de nuestras riquezas básicas en manos de las
trasnacionales con la pérdida de miles
de millones de dólares que podrían ir en apoyo a las necesidades básicas de todos
los chilenos (salud, educación, vivienda digna), además de que después de la extracción de
nues- tras riquezas sufrimos contaminación y Chile se empobrece. Pero decir en público, como lo han hecho el Alcalde de
Santiago, el Senador Frei, el periodista y locutor de Canal Nacional Amaro
Gòmez, por nombrar sólo a algunos, que
Chile proclamó su independencia
el 18 de Septiembre de 1810 demuestra desconocimiento de la historia.
¿Juráis a Dios
y prometéis a la patria, bajo la garantía de vuestro honor, vida y fortuna,
defender la presente independencia
absoluta del estado chileno, de
Fernando VII , sus sucesores y de
cualquiera otra nación extraña? “. Aún
no había acabado el pueblo de oír estas últimas palabras, cuando el cielo
escuchó el primer juramento digno del pueblo…, en la
Plaza San Francisco…. Era el 12 de Febrero de 1818.
Nuestros
hermanos allende los Andes
conmemoran la Junta de Gobierno, el 25 de Mayo de 1810, teniendo el Pueblo conciencia del hecho: habían
derrotado en dos ocasiones a los invasores ingleses. El 9 de Julio de
1816 se proclama la independencia para ocupar el rango
de país
soberano, no sometido a dominio extraño. Ambas son recordadas como
fechas patrióticas dándoles su nombre a calles en toda Argentina. Es lo que debe hacer Chile y su
pueblo: conmemorar el 18 de Septiembre
como homenaje a la patria y el 12 de Febrero por nuestra independencia.
En cuanto
al ejército chileno, tiene poco de que
enorgullecerse. Ha sido un instrumento
de la clase social dominante, que a la
vez ha sido sierva del imperialismo,
antes del inglés y ahora del
norteamericano.
Veamos algunos hechos:
1) Chile y su ejército fue utilizado por el
imperio inglés para arrebatar el salitre a nuestros hermanos del norte y
hacer del oscuro coronel North uno de los mayores magnates del
mundo.
2) Cuando
el Presidente Balmaceda intentó utilizar parte de las reservas del salitre en
beneficio del desarrollo del país, un
ejército de mercenarios dirigidos por el
coronel prusiano Kôrner lo derrocó, restableciendo los intereses del imperialismo
inglés.
3) Cuando
los trabajadores del salitre, reclamando
el derecho a recibir sus salarios en moneda chilena y no en fichas que debían
gastarse en las “pulperías”, bajaron a
Iquique y en
la Escuela Santa María masacraron a más de tres mil seiscientos
compatriotas.
4) El 11
de Septiembre de 1973, obedeciendo órdenes de la antipatria y del
imperialismo norteamericano, el ejército
dirigido por el siniestro
Pinochet, derrocó al gobierno
legítimo constitucional y democrático encabezado por Salvador Allende, el mas
grande socialista de
nuestra amada Latinoamérica.
Ahora,
por una decisión incomprensible, cuando en toda Latinoamérica han
desaparecido las tendencias
belicistas, en esta región del mundo se
presupuesta gastar miles de millones de dólares en comprar armamento:
tanques, cañones, barcos de guerra, aviones (se estima en cerca de cuarenta mil millones
de dólares lo invertido y lo que se hará
en el futuro próximo). ¿Y que dicen los
chovinistas de los tratados militares con
Estados Unidos, las bases que tiene el
Imperio instaladas en varias
partes de Latinoamérica y de las operaciones unitas?; agreguemos a todo esto la conducta del fascismo instalado en el gobierno de
Colombia que le da paso a fuerzas militares norteamericanas para tratar
de aplastar la insurgencia interna
y amenazar a los gobiernos progresistas de la región.
Hay carencias absolutas en Guatemala, por ejemplo, con cientos de miles
de niños desnutridos; Honduras es un
caso parecido, y cuando el
Presidente Zelaya, que es
burgués, trata de hacer Justicia social, es derrocado con la complicidad de los
militares norteamericanos basados en el país.
Hay que re-escribir la historia y recordar los
hechos y
personajes que se trata de olvidar.
Chile declaró la Independencia
el 12 de Febrero de 1818, fecha que
debemos conmemorar, para lo cual se debe dictar una Ley en tal sentido (tarea para el gobierno, los parlamentarios,
partidos políticos, agrupaciones sociales, Iglesias).
Se debe
recordar siempre a quienes lo dieron
todo por Chile y su pueblo. Podemos mencionar algunos:
O`Higgins y Carrera, por los
padres de la patria; Luis Emilio Recabarren y
Ramón Sepúlveda Leal, por
los creadores del Partido Obrero Socialista y
del movimiento sindical; Héctor Barreto, poeta
socialista asesinado por los fascistas el año 1938, y
Humberto Lizardi Flores, mártir cristiano
metodista asesinado en Pisagua en
Octubre de 1973, por los jóvenes; Gabriela Mistral y Pablo Neruda, por los intelectuales que dieron renombre al
país en el mundo; Marmaduque Grove
y Carlos Prats, por los militares
patriotas; y José Manuel Balmaceda y
Salvador Allende, por los
presidentes democráticos que prefirieron
morir antes de traicionar a Chile y su pueblo.
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*ex Miembro del Comité Central del Partido
Socialista
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