sábado, 14 de septiembre de 2013

CHILE MITOS Y REALIDADES



LA INDEPENDENCIA DE CHILE
Por Mario Lobos Núñez  (*)




Nos acercamos a los largos días de festividad  “patriótica”,  sin que la inmensa mayoría de los chilenos tengan claro que se celebra el 18 de Septiembre, y el 19 de las  “glorias”  del ejército;    el 12 de Febrero,   día de la Independencia de Chile,   es una fecha más,  jamás recordada.  La instalación de la Junta de Gobierno no tendía a la  Independencia; dos meses antes el estudian- te trasandino Manuel Dorrego  había gritado  ¡Junta Queremos!,  frente  a la indiferencia de la  mayoría de la  aristocracia  (el pueblo mestizo no era considerado para nada). A los integrantes de la Junta, “designados”,   se les hizo prestar el siguiente juramento:  ¿”Jura usted  defender la  patria hasta derramar la última gota de sangre para conservarla ilesa hasta depositarla en manos del señor don Fernando VII,  nuestro soberano,   o de su legítimo sucesor; conservar y guardar nuestra religión y leyes; hacer justicia reconocer al Supremo Consejo de Regencia como representante de la Majestad Real?.

“Usted mi amigo – escribía O´Higgins a Terrada en Junio de 1812 – conoce bien la diferencia que existe entre Chile y Buenos Aires;  y que en ideas políticas no sería aventurado decir que en una sola calle de esa capital se encontrarían mas republicanos que en todo este reino…”.

En un mundo  globalizado donde se incorporó a  Chile  sin consulta al pueblo,  donde nuestros valores han quedado  relegados,   donde la contra cultura nos domina,   es bueno tener algunos días de recuerdo de nuestro pasado,  de nuestra cultura,  de defensa de nuestros derechos y por  la recuperación de nuestras  riquezas básicas en manos de las trasnacionales con la pérdida  de miles de millones de  dólares que  podrían ir en apoyo a las  necesidades básicas  de todos  los chilenos (salud, educación, vivienda digna),  además de que después de la extracción de nues- tras riquezas sufrimos contaminación y Chile se empobrece.  Pero decir en público,  como lo han hecho el Alcalde de Santiago,  el Senador Frei,  el periodista y locutor de Canal Nacional Amaro Gòmez,  por nombrar sólo a algunos,  que  Chile  proclamó su independencia el 18 de Septiembre de 1810 demuestra desconocimiento de la historia.

¿Juráis a Dios  y  prometéis a la patria,  bajo la garantía de vuestro honor, vida  y fortuna,    defender  la presente  independencia  absoluta del  estado chileno, de Fernando VII ,  sus sucesores  y  de cualquiera otra  nación extraña? “. Aún no había acabado el pueblo de oír estas últimas palabras, cuando el cielo escuchó el  primer juramento digno del pueblo…,  en   la Plaza San Francisco…. Era el 12 de Febrero de 1818.

 Nuestros hermanos  allende los  Andes  conmemoran  la  Junta de Gobierno, el 25  de Mayo de 1810,  teniendo el Pueblo conciencia del hecho:  habían  derrotado en dos ocasiones a los invasores ingleses. El 9 de Julio de 1816 se proclama la independencia para ocupar el rango
de país  soberano, no sometido a dominio extraño. Ambas son recordadas como fechas patrióticas dándoles su nombre a calles en toda Argentina.   Es lo que debe hacer Chile  y  su pueblo: conmemorar el  18 de Septiembre como homenaje a la patria  y  el 12 de Febrero por nuestra independencia.

 En cuanto al ejército chileno,  tiene poco de que enorgullecerse.   Ha sido un instrumento de la clase social dominante,  que a la vez ha sido sierva del imperialismo,  antes del inglés y  ahora del norteamericano.

Veamos algunos hechos:
1) Chile y su ejército fue utilizado por el imperio inglés para arrebatar el salitre a nuestros hermanos del norte  y  hacer del oscuro coronel North uno de los mayores magnates del mundo. 
2)   Cuando el Presidente Balmaceda intentó utilizar parte de las reservas del salitre en beneficio del desarrollo del país,  un ejército de mercenarios dirigidos  por el coronel prusiano Kôrner lo derrocó, restableciendo los intereses del imperialismo inglés. 
3)  Cuando los trabajadores del salitre,  reclamando el derecho a recibir sus salarios en moneda chilena y no en fichas que debían gastarse en las “pulperías”, bajaron a  Iquique  y         en  la Escuela Santa María masacraron a más de tres mil seiscientos compatriotas. 
4)  El 11 de  Septiembre de 1973,  obedeciendo órdenes de la antipatria y del imperialismo norteamericano,  el  ejército  dirigido por el siniestro  Pinochet,  derrocó al  gobierno  legítimo  constitucional  y democrático encabezado por  Salvador Allende,  el mas  grande  socialista  de  nuestra  amada Latinoamérica.

 Ahora,  por una decisión incomprensible, cuando en toda Latinoamérica han desaparecido las tendencias belicistas,  en esta región del mundo se presupuesta gastar miles de millones de dólares en comprar armamento: tanques,  cañones,  barcos de guerra, aviones  (se estima en cerca de cuarenta mil millones de dólares lo invertido y  lo que se hará en el futuro próximo).   ¿Y que dicen los chovinistas de los tratados militares con  Estados Unidos,  las bases  que tiene el  Imperio  instaladas en  varias  partes de Latinoamérica y de las operaciones unitas?;  agreguemos a todo esto la conducta del  fascismo instalado en el gobierno de Colombia  que le da paso a  fuerzas militares norteamericanas para tratar de aplastar la insurgencia interna  y  amenazar a los gobiernos  progresistas de la  región.  Hay carencias absolutas en Guatemala, por ejemplo, con cientos de miles de niños desnutridos;  Honduras es un caso parecido,  y  cuando el  Presidente Zelaya,  que es burgués, trata de hacer Justicia social, es derrocado con la complicidad de los militares norteamericanos basados en el país.

Hay que re-escribir la historia y recordar los hechos  y  personajes que se trata de olvidar.   Chile    declaró la  Independencia  el  12 de Febrero de 1818,  fecha que  debemos  conmemorar,  para lo cual se debe dictar una   Ley en tal sentido  (tarea para el gobierno, los parlamentarios, partidos políticos, agrupaciones sociales, Iglesias). 

Se  debe recordar  siempre a quienes lo dieron todo por Chile y  su  pueblo. Podemos mencionar  algunos:  O`Higgins y Carrera,  por los padres de la patria;   Luis  Emilio Recabarren  y  Ramón Sepúlveda Leal,   por los  creadores del  Partido Obrero Socialista  y  del  movimiento  sindical;  Héctor Barreto,  poeta  socialista asesinado  por los  fascistas el año 1938,  y  Humberto Lizardi Flores,  mártir  cristiano  metodista asesinado en  Pisagua en Octubre de 1973,  por  los jóvenes;  Gabriela Mistral y Pablo Neruda,  por los intelectuales que dieron renombre al país en el mundo;  Marmaduque  Grove  y  Carlos Prats, por los  militares  patriotas;  y  José Manuel Balmaceda  y   Salvador Allende,   por los presidentes  democráticos que prefirieron morir antes de traicionar a Chile y su pueblo.
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*ex Miembro del Comité Central del Partido Socialista

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