TESTIMONIO DE LA PRESENCIA ESTUDIANTIL EL 2 DE ABRIL DE 1957 EN VALPARAISO

(Manuel.Solís: 6ºA Humanidades Liceo Edo. de la Barra-1957)



Desde las 9 de la mañana del 2 de abril en los liceos e institutos realizamos masivas asambleas y acordamos salir de nuestros locales a expresar el descontento, numerosos grupos de alumnos se dirigen de sus colegios a otros a dar ánimo a sus compañeras y compañeros.

Tradicionales rivales en materia deportiva como lo eran los alumnos del Instituto Comercial y el Liceo Eduardo de la Barra, ambos de Valparaíso, se estrechan en caluroso abrazo en Avenida Pedro Montt frente al Parque Italia mientras se distribuyen para invitar a las muchachas de los Liceos de Niñas y Técnica Femenina.

Entre las 10 y 11 de la mañana, Avenida Pedro Montt, calle Edwards y Avenida Brasil se habían convertido en un torrente multicolor de muchachas y muchachos que avanzaban alegre y pacíficamente por calle Blanco hacia a la Intendencia que estaba ubicada frente a la Plaza Sotomayor.

Una parte de la numerosa columna ya había avanzado más allá del Reloj Turri por calle Blanco, mientras el mayor número aun continuaba avanzando por Avenida Brasil.

Por diferentes calles perpendiculares por donde marchaban los estudiantes aparecen carabineros a caballo e infantería y sin mediar provocación alguna (*), inician una golpiza con sables, lanzas y palos que aún – 54 años después - muchos lo recordamos.

* (No está demás consignar la siguiente observacion como testigo ocular del hecho: Estando el contingente policial en formación y dispuesto a actuar en las calles Esmeralda y Prat, desde la avenida Errázuriz a la altura de El Mercurio surge un camión con "huevillos" - piedras para construcción - y unos "operarios" comienzan a vaciarlas a paladas a los pies de los estudiantes. Como es de suponer muchos recogimos algunas: Fue la señal y la "fabricada presentación de pruebas" para iniciar la brutal represión contra los menores de edad)

La numerosa columna de dispersa en reducidos grupos que protestan en las esquinas o se dirigen a Plaza Victoria y Parque Italia, acciones que continúan más allá del mediodía.

Ahora se suma una nueva protesta, las manifestaciones populares contra la represión y lesiones físicas que carabineros habían ocasionado a niñas niños menores de 17 años, reclamos que se generalizan y suben por las laderas de los cerros, manifestándose en cada barrio porteño.

El descontento popular no revestía peligro alguno para los carabineros, la ciudadanía de Valparaíso solo se limitaba a los gritos y señas de protesta, sin embargo, por la tarde en Avenida Pedro Montt, entre múltiples disparos hay varios heridos y asesinan a una persona que desde el balcón de su casa observaba los hechos. La protesta se hace masiva pero en un ambiente de firme y combativa disciplina social.

Se incrementa la represión y el caos, para justificarla las "autoridades" utilizan grupos de lumpen y agentes policiales encubiertos que a vista y paciencia de los uniformados “cuidadores del orden público” destruyen luminarias y realizan saqueos. No cabe la menor duda que dichas acciones estaban encaminadas a provocar una situación política y social distinta.

En una jugada muy parecido a un autogolpe de Ibáñez contra el pueblo, el gobierno del ex general ordena la “salida a la calle” de la marinería en Valparaíso y el ejército en Santiago. Se decreta toque de queda.

En otras ciudades de Chile ocurren algunos acontecimientos similares siendo el de la capital el de mayor envergadura que se conoce como “La batalla de Santiago”.

En la capital, entre otras víctimas, es asesinada por las fuerzas represivas la estudiante universitaria Alicia Ramírez, alumna de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Chile, y en ese entonces militante comunista y delegada de su escuela ante la FECH.

M.S.