Por Pedro Díaz Rojas - La Serena (Chile)
"El día de la fiesta de los trabajadores debe volver a reencantar a la gente, y así asistir como familias a embeberse de las aspiraciones que brotan con fuerza de las gargantas de todos".
Recordamos que hasta hace unos años atrás la fiesta del 1 de Mayo era motivo de participación gozosa de los matrimonios con sus hijos, no sólo para interiorizarse del contenido de los discursos, sino también, para disfrutar de los cantos, poemas ,juegos y carreras que se ofrecían desde temprano.
En los tiempos que corren han ido creciendo las justas demandas de las y los trabajadoras(es) colocando sobre las mentes y oídos de las autoridades la gratuidad y calidad de la educación y salud públicas, contar con justas pensiones, que se ponga fin a la carestía de alimentos, luz, agua, combustibles, movilización, derecho a una recreación sana sin costo para niños y adultos, seguridad en los barrios, término a la depredación del medio ambiente por las grandes empresas mineras y otros rubros, y que los recursos naturales sean de propiedad de todos, es decir, que recuperemos como país la dignidad y soberanía a las que tenemos justo derecho.
No cabe dudas, que la gente anhela volver a creer en los gremios y sindicatos, pero para ello, la luz de la transparencia y consecuencia en el accionar de los dirigentes debe ser un faro que destelle con fuerza para que los actos del 1 de Mayo de se empapen de las ansias de los ciudadanos por tener un Chile con verdadera justicia social desterrando las promesas incumplidas que atormentan a quienes habitamos este país.
domingo, 29 de abril de 2012
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