sábado, 29 de agosto de 2009

¿LAS ELECCIONES EN CHILE SON EJEMPLO DE DEMOCRACIA?

Por Edgardo Caamaño – Valparaíso

Si para responder hiciéramos una encuesta, creo no equivocarme, la respuesta mayoritaria seria si.
Sin embargo en cada lugar en que se realizan elecciones, las normas y el sistema que las rigen, no son iguales, lo que nos lleva a pensar que las elecciones tal como se practican en nuestro país no son el único camino de tránsito a la democracia.

En los últimos tiempos los movimientos progresistas han obtenido avances sustanciales por la vía electoral en América Latina pero algunos, como en nuestro caso, han terminado no dando satisfacción a las promesas democráticas solicitadas y a veces exigidas por los movimientos populares
La señora presidenta Bachelet, fue elegida por un triunfo democrático electoral y me parece que la mayoría de los ciudadanos piensan que al gobierno le falta mucho para ser un real gobierno democrático, pues su gestión ha profundizado la discriminación a todo nivel político, social, económico.

El Parlamento chileno expresión del poder legislativo, se genera por el cumplimiento de la ley orgánica Constitucional de votaciones populares y escrutinios a contar de mayo de 1988.
Esta ley impide que importantes sectores de la ciudadanía estén representados en el Parlamento.
Muchos de sus actuales miembros se han pronunciado en contra, se le han incorporado algunas enmiendas pero se mantiene su carácter profundamente antidemocrático.
Los sesenta distritos, (territorios donde sus ciudadanos eligen sus representantes al Parlamento) fueron organizados en los últimos años de la dictadura militar de manera arbitraria y abusiva, lo que permite que candidatos que obtienen mayor cantidad de votos respecto de otros no ocupen cargo alguno y si aquellos que obtienen menores preferencias o ninguna.
Aunque la actual Constitución ni las leyes lo dicen pero que se ha hecho una mala norma, es que para ser candidato se necesita dinero y no poco. Esto lo saben muy bien los dueños del poder económico e invierten, como en todos sus negocios, financiando las campañas multimillonarias de sus políticos porque con ellos recuperan lo invertido, obtienen mayores utilidades y mantienen en el tiempo su sistema antidemocrático.

Elegir y ser elegido es un derecho conquistado que hay que defender participando en todos los procesos electorales y en la vida social y política del país
Hay que denunciar ante la ciudadanía todas las trampas que inventan los que disfrutan del poder y sus sirvientes, tales como los llamados a no inscribirse en los registros electorales, abstenerse o sufragar nulo porque saben que eso favorecerá a la minoría autora de la Constitución antidemocrática que nos gobierna.

Todos los procesos electorales deben permitirnos luchar para hacer realidad lo que todos decimos cantando que Chile “…es la copia feliz del Eden” o lo que algunos entonan que “… la tierra será el paraíso de toda la humanidad”.

Valparaíso, Agosto de 2009

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