Jorge Bustos
30 de Septiembre 2009
Los adoradores del becerro de la concentración monopólica están de luto. Ayer, el fallo del Tribunal de la Libre Competencia termino con los sueños de los grupos Von Appen y Claro de seguir apoderándose de los puertos de Chile, nuestra patria.
De nada sirvieron las conversaciones de pasillos, las fotos con los vende patria y los “paritos” que algunos pseudo dirigentes hicieron para presionar, en pos de que los espigones y escasos puertos Multioperados fueran entregados a los dueños del 87% de los puertos de Chile.
Si duda el proceso de modernización portuaria en nuestro país deberá realizarse urgentemente. Eso dependerá de la seriedad con que los Ministerios de Trasporte y de Obras Públicas intervengan. De la necesaria promulgación de una Ley General de Puertos, que no solo regule la Libre Competencia, sino que también la relación Capital -Trabajo, que debiera ser fruto, de un Plan Estratégico de desarrollo de la Industria Portuaria de Chile.
Es tan necesario y urgente este plan estratégico que se debe detener la pelotudez de querer construir un puerto en un lugar que es la reserva de la Biosfera y herencia ecológica para nuestra descendencia, como es Laguna Verde.
Debemos felicitar a todos los hombres y mujeres honestos que anónimamente han trabajado por defender los intereses de los chilenos. Nos queda por resolver el tema de que los puertos pasen a ser patrimonio económico de cada ciudad que los alberga, así como también la formalización laboral de los trabajadores portuarios.
No podremos descuidarnos, ni soltar amarras, los yanaconas seguirán con sus intentonas monopólicas, dependerá de nuestra capacidad como trabajadores de mantenerlos inmovilizados.
Jorge Bustos
Presidente Congemar
miércoles, 30 de septiembre de 2009
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